12.27.2015

CASARSE CON EL AMANTE ES COMO ECHARLE SAL AL POSTRE ¿QUÉ PAPEL TIENEN? ¿HA PENSADO CASARSE CON EL AMANTE?

   Recientemente me encontré con un libro de Walter Riso y su libro “10 maneras para no morir de amor”, Psicólogo y especialista en terapia cognitiva y magister en biètica.  En el cual se suscribe el Principio número  2, que lleva por título “Casarse con el amante es como echarle sal al postre” y del cual en el presente apartado haré una breve reseña y
mezcla un tanto desagradable ya que el postre es la dulzura, el goce que representa “el amante”, ¿y la sal? ¿Qué representa la sal? Para el postre algo desagradable, ¿entonces? ¿El porqué del título?
  
   Describamos el postre...
el  dulce postre, para la mayoría de nosotros no es muy común que comamos el postre después de la comida, algunos lo acostumbramos cada fin de semana o cada cumpleaños u ocasión en especial, veamos en este apartado al postre como el placer de vez en cuando, cuando lo comemos estamos predispuestos a ellos, lo saboreamos con tanta delicia lo esperamos con ansia, quizás cuando tenemos alguna dificultad los consumimos y nos sentimos aliviados un poco, así es el amante. Una vez por mes, dos veces, dos veces a la semana, encontrar el momento, es aquel salirse de la rutina.
  ¿Qué hace al postre tan especial? Precisamente lo anterior, la predisposición a gozarlo, el bienestar que nos produce, el consuelo, el tiempo, los preparativos, todo es perfecto.
   
   Pero... ¿entonces por qué casarse con el amante es como echarle sal a ese delicioso postre?-“Como en cualquier consumo de droga, el nivel de tolerancia del organismo a la sustancia (o a la persona) aumenta  y necesitamos más cantidad de lo mismo para lograr mantener la sensación a un nivel satisfactorio”-nos cita Walter en su libro, como toda droga nos genera una adicción ¿pero será adicción al amor? ¿Las ganas a una vida plena? ¿Una pareja estable? ¿O a ese bienestar momentáneo que conocemos en el mejor de los casos? ¿O simplemente al placer? Nos describe Walter un apego al placer “una curiosa mezcla entre justicia cósmica y hedonismo”
  
    Ahora bien ¿Cuál es la sal, si pensamos en casarnos con el amante? Primero que nada no debemos esperar que el mundo se alegre por la unión con él o la amante –“pecan de ingenuidad  y un egocentrismo increíble”-nos describe Walter, están los afectados, quienes protestan y no se quedan cruzados de brazos, ¿has pensado en las adversidades que esto implique? ¿Cómo crees que actué tu actual pareja?, la baja en la pasión es otra pizca de sal ahora que se afrontan a conflictos de resolución de pareja “estable” acuerdos, negociaciones, comer el postre a diario, la economía que si se tiene familia habrá que dar una parte para los hijos y sobrevivir con lo que quede, agregándole otra pizca de sal los hijos de nuestra pareja si es que tiene, los tuyos y los de ambos que también tendrán que adaptarse y debemos prepararnos para lo que venga,  hay que organizarnos de nuevo, planearos.
   
   En este punto cuando se empieza a extrañar lo perdido “Hay que hacer ajustes nuevos, la comodidades y estabilidad muchas veces emocional y económica se ha perdido”
   
    ¿Ya tomaste en cuenta estos puntos si has decidido casarte con tu amante? Por principio de cuentas las estadísticas indican que casarse con el amante no es la opción ya que la mayoría de las relaciones fracasan, si crees que algo se ha perdido con tu pareja ¿Por qué no lo retomas? Si crees que ya no tienen futuro, se supone te has dado cuenta antes de que aparezca alguien, la convivencia continua con una persona puede generar confusión emocional ¿Por qué no usas la comunicación asertiva, tomas acuerdos? Y si ambos están listos experimentan cosas nuevas o consideran la separación.



   
   Puntos que debes de tomar en cuenta antes de tomar cualquier decisión, esperando les haya gustado, aceptamos su retroalimentación.

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